El lunes salimos de Ciudad Obregón como a las 9:00 am; lo cual nos puso en Los Mochis a las 12:00. Estuvimos una hora ahí, compramos tortas de Don Lupito
Bonita bajó y se fue a registrar, yo bajé a ver el hotel y traté de decirle que no lo hiciera, pero ya estaba pagando; el hotel está viejo. La alberca está muy chiquita y estaba lleno de gente. Bonita sigue impresionada que el hotel no tenía elevador, que se usaba llave normal (no de tarjeta) y que olía raro. Yo preferí reírme. A fin de cuentas, fue solo una noche; Pinka estaba feliz porque había alberca y Mediana, intentando mediar para que no nos peleáramos Bonita y yo.
Al final, nos tranquilizamos; nos fuimos a cenar a un lugar de mariscos (El Shrimp Bucket) y regresamos en una pulmonía.
Nos perdimos un poco en Mazatlán, pero recuperamos el tiempo utilizando la nueva carretera (todavía no autopista) que va de Mazatlán a Tepic. Adiós a los tiempos que pasabas por Peñitas, Acaponeta y Escuinapa (tenemos un pendiente en Escuinapa, que Bonita pruebe los tamales barbones de camarón); al mismo tiempo adiós a los tiempos que te quedabas atorado en la carretera detrás de un camión a 40 Km/h sin poder rebasar. Esta nueva carretera es mucho mas amplia, mas corta (50 Km menos) y mucho mas cara (casi 300 pesos en casetas de cobro), pero vale la pena. Nos puso en Tepic a las 2:00 pm, a tiempo para comer un borreguito en barbacoa (a Pinka no le hizo mucha gracia, pero se lo comió; el hambre es canija).
De Tepic a Guadalajara no hubo novedades, excepto que Pinka se la pasó preguntando si podía usar la computadora TODO el camino.
Llegamos a las 6:00 a “Guanatos” y estuvimos un rato platicando con mis tíos y mis papás (que estaban aquí como parte de su viaje de vacaciones); hubo un poco de frialdad por el famoso evento de las maletas/silla de bebé caídas y que mi hermana Lauris no pudo viajar con nosotros de Sinaloa a Guadalajara, pero en menos de nada nos contentamos. (Por cierto, esto vimos en el camino, ¡y Bonita se queja!).
Salimos en la noche a cenar con mis amigos de la universidad; llegaron 5 de ellos, 2 con parejas e hijos. Estuvimos platicando, recordando anécdotas y riéndonos mucho; de nosotros mismos y de los demás. Nos la pasamos muy bien. Me di cuenta que los extraño y la verdad espero que ellos también a mi.
Ayer (miércoles) empezamos el día sin agua, ni ropa limpia. El plan siempre fue traer poca ropa, para comprar aquí o para lavar; pero ni habíamos comprado, ni había agua para lavar. Finalmente fuimos a buscar una lavandería (la cual encontramos) y lavamos toda la ropa sucia que teníamos.

De ahí nos fuimos a gastar dinero. Al centro joyero. Mi mamá, Lauris y Bonita estuvieron viendo y comprando por 3 horas, hasta que cerraron el lugar y entonces regresamos. En el camino nos llovió, cayó granizo, se inundaron las calles (típico de Guadalajara) y dejó de llover (todo en media hora), fuimos a Plaza del Sol a comprar unos zapatos para mí y se me ocurrió ir a buscar un disco que me gusta mucho de Serrat y por fin lo encontré. La razón de no haberlo encontrado antes es que es un disco importado. Y así lo cobran. Los discos hechos en México cuestan un 50% menos; pero como ese disco me fascina, entonces valió la pena.
Ya eran las 9:00 cuando regresamos a casa de mis tíos, mis papás se estaban preparando para salir a la ciudad de México (es su siguiente escala en un viaje que los va a llevar a Veracruz, al San Juan Coscomatepec, de donde viene la familia de mi papá), a las 10:45 los llevé a tomar el camión y se fueron.
Hoy estamos preparándonos para el siguiente paso en nuestro viaje. San Juan de los Lagos, Guanajuato y tal vez León. Eso nos depara el día de hoy.
Hasta luego.