jueves, 10 de julio de 2008

Estan son, las mañanitas...

... que cantaba el rey David; a todas las Pingüiquitas se las cantamos aquí. (En la foto está Pinka de meses y Mediana a los 3 años).

Hace 8 años, en la ciudad de Tijuana; a las 19:36, nació una niña. Dicha niña fue recibida con mucho amor y desilusión al mismo tiempo. Mi esposa, tomó durante varias semanas el curso del método psicoprofiláctico para el nacimiento natural, pero en los últimos días antes de nacer Pinka resolvió darse la vuelta y sentarse a esperar nacer.

El ginecólogo detectó esta situación (en la consulta el mismo día del nacimiento, era lunes) y mandó a Bonita al hospital para hacer una cesárea y sacar a Pinka.

Ahí estaba yo, en el hospital, esperando a que sacaran a la chamaca. Impresionado y todo (por la sangre y la visión del interior de Bonita) recibí a Pinka y mi primer comentario fue: "tiene la nariz de tu mamá" (comentario que será registrado para la posteridad, nadie me ha dejado olvidarlo; mi suegra no tiene la nariz féa, y Pinka tiene la nariz como ella. Era un hecho, no una queja). Mi segundo comentario fue que estaba muy pequeña (Bonita diría que siempre estoy buscando los defectos en lugar de las virtudes, pero en fin; no soy muy cariñoso que digamos).

Desde esa primera noche, Pinka demostró que necesita la atención del mundo. Nos asustamos Bonita y yo por los gritos que pegó cuando lloró la primera vez. De ahí en adelante, siempre ha sido igual; sin llorar ahora, pero definitivamente llamando la atención de los demás. Cuando llegamos a casa, empezé a llamarla "Pingüica", derivado de la fruta rojita (que algunos llaman manzanitas) y de que a los niños traviesos les llaman "pingos" (diablitos traviesos). Cuando empezó a hablar, no podia pronunciar "pingüica" y entonces ella decía: "mi papá me dice Pinka" y Pinka se quedó.

Esto es la pingüica
¡Esta es Pinka!
Siempre ha sido muy apegada a su mamá.



Tuve que llegar al extremo de correrla de mi cuarto, porque Bonita le dió pecho hasta que cumplió mas de un año. No me dejaba dormir. Después empezó a cambiarse de cama para dormir. Nunca con Mediana, pero con Vicky o con su mamá. A veces conmigo, porque le hacía espacio junto a mí y le daba mi brazo como almohada.

También siempre ha sido muy interesada en ver películas o televisión hasta altas horas de la noche

Claro que siempre se quedaba dormida en el piso. Mi hermano de Los Cabos, viajaba mucho y nos visitaba muy seguido, así que él le tocaba lidiar con "Locadia Martínez" que era el apodo que le dió mi hermano. Se la pasaban viendo películas de Disney por las noches 2 o 3 veces seguidas la misma película. Le sirvió ahora para su actuación en "El Rey Le0n".

En fin, muchísimos recuerdos en estos 8 años; han pasado casi volando. Y tengo que decirlo aquí, aunque se lo voy a decir al rato. Amo a Pinka. Es una niña preciosa con una alegría de vivir tremenda; y cuando no me siento bien, el pensar en ella me ilumina el espíritu.

Hasta luego.

3 comentarios:

Maria bonita dijo...

estoy segura que ella se sentira feliz de saber lo que escribes

J.A. dijo...

Y ya lo sabe; se lo leyeron el jueves pasado.

Elly dijo...

Que lindo darle el nombre de pingüica a tu bebé!