viernes, 13 de junio de 2008

Y, ¿por qué?

No he querido escribir por algunos días. Siento que no tengo mucho de que escribir. Estoy algo cansado. Pero hoy pasó algo que me conmovió hasta lo mas profundo de mis sentimientos.

Estas últimas dos semanas, con Pinka que no puede seguir haciendo su rutina normal (por el "yeso") hemos estado retrasando el desayuno con las niñas. Generalmente estamos todos listos para desayunar a las 7:00 am, en estos días estamos desayunando cerca de las 7:15. Lo cual hace complicado para mi esposa el desayunar con todos, ella entra a trabajar a las 7:30 y se va de la casa a las 7:15. Mediana está lista y a tiempo, pero Pinka se toma demasiado tiempo para ponerse ropa y peinarse.

El día de hoy, Pinka se estaba tardando mas de lo normal; así que mandamos a Mediana a que le ayudara. Pinka se molestó y dijo que no quería que le ayudaran, así que Mediana regresó algo molesta. Su mamá se le acercó y le dijo que lo que pasaba era que Pinka ya no quería seguir siendo "mangoneada" por Mediana y que eso era algo normal y que Mediana tendría que aceptar. Mediana estaba enojada y cuando su mamá quiso darle un abrazo la empujó para no dejarse abrazar.

Me quedé frío.

El respeto de los hijos a los padres es algo relevante en esta casa. Tanto en la familia de mi esposa como en la mía; ver que Mediana empuje a su mamá no es algo que me haga nada de gracia. Y si añadimos que en las últimas semanas Vicky también ha tenido sus discusiones con su mamá, pues como que ya es epidemia.

Después de salir del "shock", le dije a Mediana lo mal que había sido lo que hizo. Le expliqué por qué era tan grosero lo que hizo y también le sugerí que le pidiera una disculpa a su mamá. Lo hizo; y me di cuenta de que también ella se había sorprendido por lo que pasó, pero a fin de cuentas... lo hizo.

Mi esposa se deprimió, lo cual es entendible. Yo me molesté. Y Mediana, espero, finalmente entendió que cuando uno está enojado por algo, mas vale decirlo. Aunque no sepas por que.

Hasta luego.

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