miércoles, 4 de junio de 2008

¡Tsunami!

Me acaban de llamar de mi casa, para avisarme que se inundó el segundo piso.

Resulta que hoy por la mañana, me desperté como a las 4:30 am y descubrí que se estaba yendo el agua. Cosa rara en el lugar donde vivo; en 10 años de vivir ahí nos hemos quedado tres veces sin agua (por menos de un día). Abrí la llave de la tina (en el baño del segundo piso) para llenar la tina y podernos bañar. Sin embargo, olvidé cerrarla y ahora que ya regresó el agua, se inundó la casa. Sólo espero que no sea tan grave. Claro que si ven que no estoy escribiendo, contacten a la policía; podría ser solo lesiones, pero también podría ser algo mas grave.

Pero en fin; originalmente quería escribir como hay ciertas incomodidades por las cuales uno tiene que pasar. Como hay fenómenos naturales (en mi caso huracanes) que cambian por completo (temporalmente) tu ritmo de vida. Quería escribir el caso del Huracán Paul, que en 1982, a su paso por el norte de Sinaloa dejó sin agua y luz a muchas comunidades; mi casa se quedó sin agua corriente (¡olvídense de potable!) por dos semanas, y sin electricidad por 6 semanas (¿o 10? según yo reconectaron la electricidad a mediados de diciembre, pero siempre he creído que solo estuvimos sin luz por sólo 6 semanas).

Quería escribir que durante ese tiempo que no tuvimos electricidad en casa me acostumbré a ir al cine al aire libre que había en mi pueblo; función doble que cambiaba tres veces por semana. Charles Bronson, James Bond, películas mexicanas de ficheras, películas internacionales, etc. Ahí empezó mi gusto por el cine.

Pero bueno, ahora todo cambió. Mi casa está inundada. Y mi esposa está preocupada/enojada.

Ya les contaré en la tarde que pasó. Hasta luego.

No hay comentarios: