domingo, 17 de agosto de 2008

Queriendo quedarnos en Querétaro

Llegamo a Querétaro a las 7:00, después de pasar por Dolores Hidalgo y comer y pasear en San Miguel de Allende. Buscando hotel, recordé que por el trabajo tengo puntos del una cadena hotelera, así que buscamos utilizarlos y afortunadamente pudimos hacerlo, nuestra estancia nos salió gratis.

Una vez arreglado el alojamiento entonces nos dedicamos a buscar a parientes y amigos. Originalmente buscamos a una tía de Bonita, la hermana de mi tío de Guadalajara y a Cori (prima de Bonita), solo encontramos a Cori. Pero como ella salía muy tarde del trabajo, entonces quedamos mejor de desayunar juntos el sábado.

Por mi parte encontré a "Manitas", un amigo de la universidad, que vive en Querétaro desde hace 15 años. Cenamos y estuvimos platicando por un par de horas en el lobby del hotel (que por cierto tiene un bar interesante, con monturas de caballos en lugar de bancos en la barra). En el inter, Mediana y Pinka se estaban poniendo de acuerdo para pedir algo de cenar al servicio a habitaciones. Pinka entonces llamó les dió su orden, incluyendo el postre: "¿tienen helado combinado o sólo se puede pedir un solo sabor?"

Bonita estaba en la computadora chateando y chismeando con la familia. Las cosas que hacen los niños cuando los padres no ponen atención.

En fin, la mañana siguiente desayunamos con Cori y su familia y después fuimos con ellos a su casa. Estuvimos platicando hasta la 1 de la tarde, hora a la cual iniciamos nuestro recorrido a Zamora, a visitar a Nacho, otro primo de Bonita.

En el camino pasamos a comer carnitas y fresas de Irapuato con crema. También se nos ocurrió cambiar los planes e irnos a Veracruz con mis papás y mi hermana, que iban a visitar el pueblo de donde salió la familia de mi papá. Aquí está una foto.
Decidimos llegar a Zamora, antes de reevaluar nuestro plan: originalmente era regresar de Zamora a Los Mochis, tomar el ferry de Topolobampo a La Paz y entonces regresar por la península de Baja California después de pasar unos días en Los Cabos; la otra opción era, salir de Zamora a Veracruz y después de pasar un par de días allá, regresar a Tijuana por el mismo camino que tomamos de ida.

Llegamos a Zamora, y empezamos a comer: Lomo a la jardinera, calabaza (como comida/cena); huevo con jamón, tamales de elote (como desayuno) y un caldo de camarón delicioso que comimos el domingo.

Entonces nos quedamos en Zamora, y decidimos continuar el plan original. Bonita tenía días platicando con su familia, recordando eventos y situaciones que vivieron juntos. Por la tarde regresamos a Guadalajara.

Dormimos allí el domingo y empezamos a preparar la siguiente parte del viaje. Llevamos la minivan al servicio y nos dieron un excelente servicio, teniéndola lista a la 1:00 de la tarde, con tiempo suficiente para irnos a Los Mochis y llegar no muy tarde.

Nos despedimos de mis tíos y primos, nos la pasamos muy bien con ellos, y salimos rumbo a Los Mochis, para llegar a las 10:30 pm. Ya teníamos nuestros boletos para el ferry, incluyendo el transporte de la minivan y una cabina, para no estar tan incómodos. Nos quedamos a dormir en casa de mi hermano (Mole, que estaba de vacaciones en Chihuahua) y platicamos con mi hermana (Pita) y mi cuñado (Charlie Brown). Al día siguiente lo tomamos tranquilo, el ferry salía a las 5 de la tarde y teníamos que estar en el barco a las 3. Llegamos, subimos el carro y nos instalamos. El ferry estaba en buenas condiciones cosméticas, recién llegado de Génova, Italia.


Entonces... se descompuso. Esta historia continuará.

Hasta luego.

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