domingo, 30 de noviembre de 2008

El terror de la frontera...

... escondansen, tapesen, duermansen; así dice “Piporro” en su canción. La cancion termina con el desconocido misterioso queriendo empeñar su pistola porque no “traiba” dinero, o sea que mucho ruido y pocas nueces.

En Tijuana estamos actualmente en la situación contraria. Mucho ruido y muchas nueces; malas nueces, echadas a perder.

Pues resulta que asaltaron a mi suegra. Llegó el viernes por la noche a su departamento y al bajar del carro la empujaron para arrancarle la bolsa y como se le atoró el brazo la arrastraron por el piso como 2 metros. Se lastimó la boca, la rodilla (raspones) y se cortó la mano. Las heridas no fueron para tanto, pero si el susto. Más aún el susto que se llevó Inge (mi cuñado de 25 años) que se atemorizó y casi le da el choque nervioso. Mediana estaba con él y tuvimos que darle instrucciones por teléfono para que tranquilizara no solo a la abuela, también al tío.

En fin, perdió lentes, tarjetas, dinero, llaves de su carro y llaves de su casa. Licencia y credencial del IFE; de suerte no traía la visa, porque en esta temporada se hubiera deprimido mas al no poder cruzar a Estados Unidos. Pero lo bueno fue que todo se reemplaza fácilmente.

Cambiamos cerraduras de casa, carro, reportaron la pérdida de identificaciones y se hizo el reporte de robo. La policía nunca llegó (como era de esperarse, no porque no quisieran, sino porque en estos días no hay policía municipal; el ejército y la AFI están cubriendo el rol de policías; no se dan abasto). Ya ayer por la tarde estaban todos mas tranquilos; Arqui vino de Mexicali y nos vimos en nuestra casa para comer y jugar Continental (tradición familiar que se da los sábados), ya platicamos todos mas tranquilos.

En fin, esperemos que no pase mas allá del susto y que se le pase rápido a quienes lo hayan sufrido (mi suegra principalmente). Estaremos cuidándonos y cuidándola.

Hasta luego.

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