De película...

Definitivamente la realidad puede ser más increíble que la ficción.

Les platiqué que Pinka juega en el equipo de básquetbol de su escuela. Durante las últimas 10 semanas han participado en un torneo en donde, por ponerlo de una manera cortés, no han tenido resultados muy alentadores. Aún así resulta que les avisaron que habían pasado a semifinales y que tenían juego el sábado, contra el mejor equipo del torneo. Lo que no sabíamos (los papás) era que en realidad no debían de jugar, porque terminaron en quinto lugar y a semifinales solo pasaban del primero al cuarto.

Pues se dieron cuenta antes del juego; pero decidieron jugar y el equipo que había quedado en primer lugar (Las Caguamas) aceptaron el juego y no lo protestaron. Creo que pensaron que sería una victoria fácil. No pudieron estar mas equivocados; Pinka y sus compañeras jugaron como nunca y a diferencia de la selección nacional, ganaron (no perdieron como siempre). Seis a cero el marcador. Y entonces se armó la polémica, una “Caguamita” hizo un berrinche monumental, no quiso saludar a las Pinkas, y la mamá la tuvo que llevar arrastrando al baño (imagino que para platicar con ella; o tal vez para darle unas nalgadas, no sé) y se fueron sobre los organizadores del torneo para reclamar. A fin de cuentas en ese momento quedaron que hoy Domingo iban a jugar la final y que el resultado de ayer era válido y no había manera de “desdecirse”.

Pero anoche nos llamó la mamá de Nata (compañera de Pinka) para avisarnos que la liga está revisando el punto, creo que el equipo del 4º lugar protestó (con justa razón) y están decidiendo que hacer. Ya nos enteraremos hoy por la tarde.

Hasta luego.